Cartuja Center Cite
Ian Anderson: Voz, Flauta
David Goodier: Bajo, voz
John O'Hara: Teclados
Scott Hammond: Batería
Joe Parrish: Guitarra, Voz
Con la entradas compradas en mayo de 2021, hacia octubre nos llega un comunicado del propio Ian Anderson diciendo que por culpa del Brexit y del endurecimiento de las condiciones de contratación del gobierno de España pues que no se han podido tramitar a tiempo los permisos de trabajo y que no les queda más remedio que aplazar el concierto a junio de este año. Que digo yo que si eso era así habían tenido tiempo suficiente de hacer las gestiones necesarias con la suficiente antelación y no causar perjuicios a la gente que ya tiene su entrada. Yo creo más bien que les interesaba aplazarlo para aprovecharse del relajamiento de las medidas anti Covid y así llenar el auditorio. Es mi opinión.
El espectáculo se presenta como Ian Anderson presents Jethro Tul, The Prog Years. Yo no sé qué creer. Visto que acaban de sacar nuevo disco lo mismo se dedican a él y lo de los Prog Years era para el año pasado. Pero no, mantienen el pretencioso nombre del show y la realidad es que ni una cosa ni otra. Un batiburrillo de canciones de distintas etapas, donde sí, podemos hablar de estilo progresivo en algunas de ellas pero en general el setlist no hace justicia al titular del concierto. No obstante me agradó la selección de canciones y la estructuración del concierto.
Foto de Juan Carlos Vázquez
Y empezó la cosa calentita, con el teatrillo de Ian Anderson indignado porque la gente hacía fotos y vídeos con sus móviles. Ya se advertía al principio la prohibición y es lo natural, recomendable y deseado en un recinto y un show como este, pero no corresponde al artista sino a la organización poner medios para que la gente deje su móvil en el bolsillo. Y menos con esos aspavientos y amenazas a la organización de suspender el concierto, a poco de empezar y delante de toda la audiencia, buscando arengarla. Incluso descargó su ira contra los fotógrafos profesionales y acreditados que hacían su trabajo sin molestar a nadie y durante un tiempo muy limitado. En fin, creo que estaba fuera de lugar.
Foto de Juan Carlos Vázquez
Empieza muy bien el concierto con temas antiguos de Stand Up (1969) y Living In the Past (1972). Ian Anderson presenta todos los temas y los fecha adecuadamente. Pronto da un salto de treinta años para revisitar un tema que yo al menos tenía bastante olvidado, como Hunt By Numbers. Esta será la tónica de todo el concierto, ir adelante y atrás en el tiempo con una selección de lo más variada, prog y no-prog. Vuelvo a insistir en que me gustó el repertorio. Dharma for One tuvo su inevitable solo de batería, como jocosamente comentaba Ian Anderson y en Clasp creo que dejó bien claro que no pensaba darle la mano a nadie, por si alguien esperaba hacerlo a la salida. En el vídeo, detrás del escenario, imágenes recientes de grandes hijos de puta mandatarios dándose la mano. Un gesto cordial que sólo esconde ambición, egoísmo y miseria para otros. El signo de los tiempos. Con Mine Is the Mountain se hace la primera parada en el último disco, The Zealot Gene (2022), que me gusta bastante. Es justamente cuando canta en medio falsete eso de Mine Is the Mountain cuando mejor voz demuestra en todo el concierto. Ya sabemos que en la forma de cantar de Anderson, desde sus inicios, usa esas inflexiones en la voz que parece lanzar las palabras al cielo para inmediatamente bajar pero a día de hoy no hace más que abusar de ello hasta la saciedad para tapar sus carencias. Y resulta extenuante. Tras una inesperada Black Sunday se cierra la primera parte del concierto con la querida versión de Bourée (qué decepción me llevé hace muchos años cuando me enteré que no era un original de Jethro Tull).
Foto de Juan Carlos Vázquez
Bueno, y tras un parón de unos 15-20 min donde la gente salió a fumar, mear y tomarse algo se reanuda el concierto con otro plato fuerte Too Old to Rock`n`Roll, Too Young to Die. Muchos viejos roqueros cantando en la platea eso de que "No, no eres demasiado viejo para el R`N`R si eres demasiado joven para morir". Cuestionable en muchos casos, sobre todo en el de Anderson, aunque el tío desde luego que se movió bastante por todo el escenario, nos hizo mucho su posturita favorita con el pie izquierdo levantado, jugó con su flauta...¿y la guitarra Ian?...¿te la dejaste en el coche o qué?. Bueno, mucho más Zealot Gene con proclama y vídeo antibelicista incluidos hasta que nos acercamos al fin con lo que debió ser un final de traca. Correcto con Songs From the Wood, limitaciones vocales aparte, con una banda muy sólida como vino haciendo todo el concierto. Siempre echaremos de menos a Martin Barre pero Joe Parrish es un guitarrista excepcional que se ganó el sueldo durante todo el concierto. Incluso cantó varias estrofas. Pero, ay, cuando se intuían los acordes de Aqualung resulta que en lugar de reventar el teatro con ese riff atronador, se dedican a marear la perdiz con una innecesaria y larga introducción, unas estrofas cantadas en otro tiempo y lugar, una deconstrucción absurda...vamos, un coitus interruptus en toda regla.
Ya en el bis Locomotive Breath nos devolvió un poco de sosiego gracias al buen hacer de O´Hara y Parrish pero no fue suficiente para levantar el bajón. Y además en un suspiro se acaba el concierto con una inapropiada Dambusters March que solo sirve para hacer un pequeño homenaje a Ucrania y terminar con el despido de los músicos mientras suena Cheerio de fondo, no interpretada. Ni siquiera saca ya el habitual globo gigante. Yo creo que, ya sí, hasta siempre Ian.
Primera Parte:
For a Thousand Mothers
Love Story
Living in the Past
Hunt by Numbers
Dharma for One
Clasp
Mine Is the Mountain
Black Sunday
Bourée
Segunda Parte:
Too Old to Rock'n'Roll, Too Young to Die
The Zealot Gene
Pavane
Mrs. Tibbets
Songs From the Wood
Aqualung
Bis:
Locomotive Breath
The Dambusters March
No hay comentarios:
Publicar un comentario