lunes, 12 de agosto de 2013

Lapido, Sevilla 08/08/2013

Nocturama 2013
Monasterio de la Cartuja

José Ignacio Lapido: Voz, Guitarra
Víctor Sánchez: Guitarra, Voz
Paco Solana: Bajo, Voz
Raúl Bernal: Teclados, Voz
Popi González: Batería, Voz

Afortunadamente todavía nos quedan pequeños placeres por muy poco dinero. Cómo si no se puede calificar un concierto al aire libre, en un entorno magnifico como el Monasterio de la Cartuja, para ver a una banda cojonuda, interpretando algunas de las más bellas composiciones del rock patrio, con bastante público, pero sin agobios. Que lo mismo te pones en primera fila viendo el número de pie del artista como que te sientas cinco metros más atrás en el césped.  Con una cervecita en la mano. Con buena compañía. Buena temperatura. Todo eso, y más, se pudo disfrutar el pasado jueves en el concierto de Lapido.


La banda. Qué banda!. Un sonido perfecto. Una ejecución impecable. Cuando en el escenario hay al mismo tiempo una Gibson SG y una Fender Telecaster, las notas y acordes te llegan hasta los huesos. Súmenle un órgano Hammond y una sección batería-bajo sólida y la sensación de flotar en rock se consigue. Si ya eres de nota y te sabes y amas las canciones del gran Lapido, tienes que llorar sí o sí.


Debo reconocer que la última parte es asignatura pendiente. Ir a este concierto sin haber escuchado el último disco es para que no me hubieran dejado entrar. Pero no importa, el repertorio es amplio, las concesiones al pasado con 091 aparecen y, en definitiva, las canciones (y la banda) son tan buenas que el buen rato está más que garantizado. Cayeron, además del último disco casi completo, temas de todos sus discos. Los eléctricos, sonaron más electrizantes y los acústicos más íntimos. Lapido canta bien. La comunicación con el público es escasa, pero se enrolla. Dice que estuvo tocando en Sevilla por primera vez en el 82, cuando mi ídolo entonces era Naranjito. Pues sí que ha llovido desde entonces. Es una suerte que siga ahí, al pie del cañón, editando discos tan buenos y presentándolos en conciertos como este. Highlights, que dirían otros, de la noche: Cuando por fin, Cuando el ángel decida volver, Un cielo color vino.

Fotos de verdad, aquí:

Repertorio:
Nadie supo decirme la verdad
Algo falla
Un día de perros
La ciudad que nunca existió
Cosas por hacer
40 días en el desierto
Cuando por fin
Muy lejos de aquí
No hay vuelta atrás
Luz de ciudades en llamas
Nadie besa al perdedor
En medio de ningún lado
Cuando el ángel decida volver
La antesala del dolor
Lo creas o no
Zapatos de piel de caimán
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En el ángulo muerto
El más allá
La hora de los lamentos
El Dios de la luz eléctrica
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Un cielo color vino
Otros como yo


miércoles, 7 de agosto de 2013

Quique Bonal + Charlie Cepeda, Sevilla 06/08/2013

XIV Noches en los Jardines del Real Alcázar

Quique Bonal: Guitarra Eléctrica, Banjo
Charlie Cepeda: Guitarra Electroacústica, Guitarra Barítona, Lap Steel

Me he propuesto cada año asistir al menos a uno de los conciertos del ciclo. Ya lo he dicho en anteriores ocasiones: es un lujo poder disfrutar de un concierto en un entorno espectacular como son los Jardines del Real Alcázar a un precio tan popular como 5€. Si además la temperatura es de unos maravillosos 25ºC…¿qué más se puede pedir?. Buena compañía, por supuesto, y ayer la tuve. Hay que felicitar a la organización (Actidea) y a quien corresponda por mantener esta oferta cultural año tras año, verano tras verano, con un nivel más que aceptable y con una respuesta de público espectacular (95% de aforo vendido hasta la fecha, en 7 semanas de conciertos diarios).


Aunque en el programa hay música de todo tipo, al final la cabra tira al monte y lo que busco suele ser guitarra. Con ese impulso, un acto brilla con luz propia: la colaboración de dos grandes guitarristas locales como Quique Bonal y Charlie Cepeda. Para quienes no los conozcan, decir al menos que el primero fue quien ocupó el puesto de Lolo Ortega en la Caledonia cuando éste se fue a grabar con Kiko Veneno y el segundo es, precisamente, gregario de Kiko Veneno y guitarrista espectacular desde chinorri. Es un matrimonio de conveniencia, todo hay que decirlo. Grandísimos guitarristas, especialistas en blues, pero que han buscado hacer un programa atractivo con un pretencioso recorrido por los diferentes estilos guitarrísticos de la música norteamericana en el siglo XX. Esto los lleva a tocar estilos e instrumentos que no son su fuerte pero que, con su buen hacer, y tirando de clásicos inmortales, cubren el expediente con nota.

Encuentra en la siguiente sopa de letras 8 estilos 8 que se pudieron escuchar anoche en el concierto.


Lo de introducir las canciones y dirigirse a la audiencia tampoco es lo suyo. Pero bueno, lo importante son las guitarras. Las “cuerdas pulsadas” como decía el programa. Entre ellos hay buen rollo y, a veces, aparecía el feeling (o duende, que diríamos aquí). El programa es lo suficientemente variado (y breve) como para que el concierto pase en un suspiro. Nos ha permitido escuchar instrumentos tan maravillosos como el banjo o la lap steel y nos lo hemos pasado bien (sobre todo los guiris). El año que viene, más.