lunes, 20 de junio de 2022

Pat Metheny, Sevilla 19/06/2022

Teatro de la Maestranza

Pat Metheny: Guitarras
Chris Fishman: Teclados, Piano, Hammond, Moog, Sintetizador
Joe Dyson: Batería

Pat Metheny nunca defrauda. Después de haber ido a dos conciertos este mismo mes que apuntaban maneras y resultaron ser mediocres, ya tenía ganas de apostar sobreseguro. Da igual el formato, formación o propuesta de cada momento...si en la entrada pone Metheny, es concierto inolvidable seguro. Y es que es así, al menos para mí. Inolvidable fue aquella vez en Lisboa con el Pat Metheny Group, inolvidable su anterior visita al Maestranza con el formato trío estándar de contrabajo y batería, inolvidables han sido las hasta tres calurosas noches de verano en Córdoba, ya sea en un mano a mano con Brad Mehldau, en trío o con esa superbanda que hizo llamar Unity Group. Es un crack, un genio, el mejor guitarrista de jazz contemporáneo, una leyenda viva que pasará a los anales del jazz en la misma página que Joe Pass o Jim Hall, y yo tengo la suerte de vivirlo en directo en, no sé si su mejor momento, pero desde luego lejos de su ocaso. 


Side-Eye Tour es como se denomina esta experiencia que, como tantas otras se vio impactada por la pandemia. Casi dos años hemos tenido que esperar para que la situación se normalizara pero al final, sí, llegó a celebrarse el concierto. Side-Eye es un trío poco usual, de guitarra, teclados y batería, por la que han ido desfilando talentosos jóvenes músicos como James Francies, Eric Harland o Marcus Gilmore. A Sevilla llega con Chris Fishman (25 años) y Joe Dyson (33 años).

Empieza el concierto enseñando a su niña bonita, esa guitarra Pikasso de 42 cuerdas tan espectacular. Es ya tradicional que interprete siempre en sus conciertos una pieza con esta guitarra que le hizo a medida la luthier Linda Manzer, unas veces al inicio del concierto y otras veces al final. Con esta guitarra ha compuesto temas preciosos como Into the Dream o The Sounf of Water pero a menudo la usa como vehículo de improvisación. Y eso es precisamente lo que hace al inicio de este concierto, buscando siempre explotar todas las posibilidades del instrumento: punteos, arpegios, rasgados, percusión....Tras la merecida ovación saltan al escenario los compañeros de viaje de esta ocasión, aquellos a los que va estar mirando side-eye prácticamente todo el concierto, para ejecutar una tripleta de temas que evocan al PMG con algunos cambios en los tiempos y ajustados a la ejecución en trío. 

Foto de Guillermo Mendo

Con Timeline, la canción que compuso Metheny para el disco de Michael Brecker Time Is of the Essence (1999), entra en una dinámica blues con espacios para diálogos guitarra-teclados y guitarra-batería. Seguimos con la deliciosa Always and Forever, del disco que me hizo engancharme a Metheny allá por el 92, todavía con la Ibanez que está usando desde el inicio del concierto, pero en When We Were Free, se calza su famosa también Roland GR-30 de la que saca esos sonidos sintetizados con los que siempre va un puntito más allá. Este tema, largo, alcanza las mismas cotas que en su momento coronara con Christian McBride y Antonio Sánchez en aquel Day Trip (2008), pero de una forma muy distinta. Comentaba con mi colega Iván que Joe Dyson no le va a la zaga a Antonio Sánchez. Es más contundente, eso sí, pero Antonio es mucho Antonio. 

Foto de Guillermo Mendo

Es el momento ahora de coger la acústica y, sentado en su banqueta, despacharnos Farmer's Trust pero es sólo un pequeño respiro antes de atacar con It Starts When We Desappear, el primer tema original de Side-Eye (2021), también largo, y que le da pie a destapar lo que nos tenía escondido bajo unas lonas. Hablamos de una muestra de los Orchestrionics, esos autómatas que hacen las veces de marimbas, vibráfonos y percusiones y que llevó a los extremos en su disco Orchestrion (2010). Sin duda dejaría asombrados a aquellos que veían estos chismes por primera vez. 

Llega ahora el momento de los duetos. Primero con Fishman, con quien interpreta Phase Dance, original del primer PMG, y después con Dyson con quien se marca un tributo a Ornette Coleman empalmando una irreconocible Broadway Blues con la ya sí que más popular Turnaround. Como vemos el concierto es de lo más variado y eso es algo que Metheny siempre cuida mucho, independientemente de la formación de cada momento. Llegamos ya al fin del set principal con una nueva pieza original de Side-Eye Zenith Blues

Foto de Guillermo Mendo

Hasta cuatro bises se marcó el Pumuki, como jocosamente le llamaba alguno del público. Primero para hacer un medley acústico, como ya grabó en The Unity Sessións (2016). Ya es habitual este tipo de medleys en sus conciertos y no siempre concatena las mismas canciones. A veces tan sólo da pinceladas de algunas de ellas pero reconocí claramente Minuano, As It Is, James, Antonia, This Is Not America y Last Train Home. Diez minutos de delicia que pasaron volando para volver de nuevo, ya con banda a la enésima visita al PMG con Are You Going With Me?. Temazo muy celebrado por la audiencia y que nos devuelve al celebrado Offramp (1982). Este concierto está siendo muy de PMG. Suena como si estuviese toda la banda pero sólo son tres músicos y unos cuantos cachivaches. Vuelve a despedirse Metheny pero sólo para que el público le pida insistentemente otro bis. Lo va a hacer, por supuesto, pero eso no lo he sabido hasta ahora. Vuelve con una versión acústica y en solitario de un tema que grabara a dúo con Brad Mehldau, otro monstruo. Mehldau es al piano lo que Metheny a la guitarra. Sé que algún día mis hijos me preguntarán con admiración cómo fue la experiencia de verlos en directo. Lo estamos pasando en grande pero esto no puede durar mucho más. Nos interpretan la inmensa Song for Bilbao y por si fuera poco vuelve a hacer un bis indicando con el dedo: "una más y última" que no es sino la versión de And I Love Her, de los Beatles. Maravilloso todo el concierto.

...y me llevé una púa 😃 

Setlist:
Pikasso Improvisation
So May It Secretly Begin
Bright Size Life
Better Days Ahead
Timeline
Always and Forever
When We Were Free
Farmer's Trust
It Starts When We Disappear
Phase Dance
Broadway Blues / Turnaround
Zenith Blues
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Minuano (Six Eight) / As It Is / James / September Fifthteen / Omaha Celebration / Antonia / This Is Not America / Last Train Home
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Are You Going With Me?
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Make Peace
Song For Bilbao
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And I Love Her

viernes, 10 de junio de 2022

Jethro Tull, Sevilla 09/06/2022

Cartuja Center Cite

Ian Anderson: Voz, Flauta
David Goodier: Bajo, voz
John O'Hara: Teclados
Scott Hammond: Batería
Joe Parrish: Guitarra, Voz


Con la entradas compradas en mayo de 2021, hacia octubre nos llega un comunicado del propio Ian Anderson diciendo que por culpa del Brexit y del endurecimiento de las condiciones de contratación del gobierno de España pues que no se han podido tramitar a tiempo los permisos de trabajo y que no les queda más remedio que aplazar el concierto a junio de este año. Que digo yo que si eso era así habían tenido tiempo suficiente de hacer las gestiones necesarias con la suficiente antelación y no causar perjuicios a la gente que ya tiene su entrada. Yo creo más bien que les interesaba aplazarlo para aprovecharse del relajamiento de las medidas anti Covid y así llenar el auditorio. Es mi opinión. 


El espectáculo se presenta como Ian Anderson presents Jethro Tul, The Prog Years. Yo no sé qué creer. Visto que acaban de sacar nuevo disco lo mismo se dedican a él y lo de los Prog Years era para el año pasado. Pero no, mantienen el pretencioso nombre del show y la realidad es que ni una cosa ni otra. Un batiburrillo de canciones de distintas etapas, donde sí, podemos hablar de estilo progresivo en algunas de ellas pero en general el setlist no hace justicia al titular del concierto. No obstante me agradó la selección de canciones y la estructuración del concierto. 

Foto de Juan Carlos Vázquez

Y empezó la cosa calentita, con el teatrillo de Ian Anderson indignado porque la gente hacía fotos y vídeos con sus móviles. Ya se advertía al principio la prohibición y es lo natural, recomendable y deseado en un recinto y un show como este, pero no corresponde al artista sino a la organización poner medios para que la gente deje su móvil en el bolsillo. Y menos con esos aspavientos y amenazas a la organización de suspender el concierto, a poco de empezar y delante de toda la audiencia, buscando arengarla. Incluso descargó su ira contra los fotógrafos profesionales y acreditados que hacían su trabajo sin molestar a nadie y durante un tiempo muy limitado. En fin, creo que estaba fuera de lugar. 

Foto de Juan Carlos Vázquez

Empieza muy bien el concierto con temas antiguos de Stand Up (1969) y Living In the Past (1972). Ian Anderson presenta todos los temas y los fecha adecuadamente. Pronto da un salto de treinta años para revisitar un tema que yo al menos tenía bastante olvidado, como Hunt By Numbers. Esta será la tónica de todo el concierto, ir adelante y atrás en el tiempo con una selección de lo más variada, prog y no-prog. Vuelvo a insistir en que me gustó el repertorio. Dharma for One tuvo su inevitable solo de batería, como jocosamente comentaba Ian Anderson y en Clasp creo que dejó bien claro que no pensaba darle la mano a nadie, por si alguien esperaba hacerlo a la salida. En el vídeo, detrás del escenario, imágenes recientes de grandes hijos de puta mandatarios dándose la mano. Un gesto cordial que sólo esconde ambición, egoísmo y miseria para otros. El signo de los tiempos. Con Mine Is the Mountain se hace la primera parada en el último disco, The Zealot Gene (2022), que me gusta bastante. Es justamente cuando canta en medio falsete eso de Mine Is the Mountain cuando mejor voz demuestra en todo el concierto. Ya sabemos que en la forma de cantar de Anderson, desde sus inicios, usa esas inflexiones en la voz que parece lanzar las palabras al cielo para inmediatamente bajar pero a día de hoy no hace más que abusar de ello hasta la saciedad para tapar sus carencias. Y resulta extenuante. Tras una inesperada Black Sunday se cierra la primera parte del concierto con la querida versión de Bourée (qué decepción me llevé hace muchos años cuando me enteré que no era un original de Jethro Tull).

Foto de Juan Carlos Vázquez

Bueno, y tras un parón de unos 15-20 min donde la gente salió a fumar, mear y tomarse algo se reanuda el concierto con otro plato fuerte Too Old to Rock`n`Roll, Too Young to Die. Muchos viejos roqueros cantando en la platea eso de que "No, no eres demasiado viejo para el R`N`R si eres demasiado joven para morir". Cuestionable en muchos casos, sobre todo en el de Anderson, aunque el tío desde luego que se movió bastante por todo el escenario, nos hizo mucho su posturita favorita con el pie izquierdo levantado, jugó con su flauta...¿y la guitarra Ian?...¿te la dejaste en el coche o qué?. Bueno, mucho más Zealot Gene con proclama y vídeo antibelicista incluidos hasta que nos acercamos al fin con lo que debió ser un final de traca. Correcto con Songs From the Wood, limitaciones vocales aparte, con una banda muy sólida como vino haciendo todo el concierto. Siempre echaremos de menos a Martin Barre pero Joe Parrish es un guitarrista excepcional que se ganó el sueldo durante todo el concierto. Incluso cantó varias estrofas. Pero, ay, cuando se intuían los acordes de Aqualung resulta que en lugar de reventar el teatro con ese riff atronador, se dedican a marear la perdiz con una innecesaria y larga introducción, unas estrofas cantadas en otro tiempo y lugar, una deconstrucción absurda...vamos, un coitus interruptus en toda regla. 


Ya en el bis Locomotive Breath nos devolvió un poco de sosiego gracias al buen hacer de O´Hara y Parrish pero no fue suficiente para levantar el bajón. Y además en un suspiro se acaba el concierto con una inapropiada Dambusters March que solo sirve para hacer un pequeño homenaje a Ucrania y terminar con el despido de los músicos mientras suena Cheerio de fondo, no interpretada. Ni siquiera saca ya el habitual globo gigante. Yo creo que, ya sí, hasta siempre Ian.


Primera Parte:
For a Thousand Mothers
Love Story
Living in the Past
Hunt by Numbers
Dharma for One
Clasp
Mine Is the Mountain
Black Sunday
Bourée

Segunda Parte:
Too Old to Rock'n'Roll, Too Young to Die
The Zealot Gene
Pavane
Mrs. Tibbets
Songs From the Wood
Aqualung

Bis:
Locomotive Breath
The Dambusters March



lunes, 6 de junio de 2022

Red Hot Chili Peppers, Sevilla 04/06/2022

Estadio Olímpico

+ Beck
+ Thundercat

Anthony Kiedis: Voz
Flea: Bajo, voz
John Frusciante: Guitarra, Voz
Chad Smith: Batería
Adicional Chris Warren: Teclados

No tenía yo muchas esperanzas de ver algún día en directo a los Red Hot Chili Peppers. Sentía que el tren con sus mejores momentos ya hace tiempo que lo dejé escapar y hoy día no me tiran tanto como para hacer una peregrinación a las grandes capitales de siempre o a un gran festival. Pero claro, si me dicen que vienen a mi casa, ¿me los voy a perder?. Entradas compradas en octubre el mismo día que salieron a la venta. Y menos mal que me animé, porque se agotaron.


Uno, que ha ido ya a bastantes conciertos de toda clase y condición, siempre espera que alguno de ellos sea realmente especial, que pase algo realmente único, que sea reseñado como el mejor de la gira, que toquen muchas canciones, y el de ayer noche tenía muchas papeletas para ser uno de ellos: la primera gira de estadios de los RHCP, el primer concierto de la gira, la vuelta de John Frusciante con ellos a los escenarios después de 15 años, nuevo disco con material original...pero no, parece que los californianos pensaban que lo que nos ofrecieron bien valía los casi 100 pavos que pagamos los que estábamos en la pista (zona de tiesos).


Pero bueno, voy a narrar mi experiencia y sólo la mía, que puede ser muy distinta a la de los otros casi 60.000 espectadores. Empezando por el acceso al estadio, fluido y ordenado, al menos para los que íbamos a pista, al menos para los que entramos a esa hora, la justa para ver a Thundercat, un artista que no conocía y del que tenía el erróneo convencimiento de que hacía algún tipo de funk. Pero nada que ver, más bien un soul jazzístico de lo más sugerente y que, si bien no encajaba precisamente con los gustos de la audiencia que se iba a reunir, a mí me sirvió de acompañamiento delicioso para relajarme. Y es que los momentos previos hasta que entro en un gran concierto como este y me sitúo siempre me causan cierto estrés. No aprendo. Total, que nos fuimos acercando hasta la delimitación del Golden Circle, descartando la posibilidad de poder colarnos, y encontrando a los primeros amigos. 

Y llegó pronto la actuación de Beck, del que me enteré que teloneaba a los RHCP apenas unos días antes y que me hizo sacar una sonrisa de oreja a oreja sólo con recordar el fantástico concierto que viví con él allá en el Espárrago del 2001. Con un inicio de concierto fantástico concatenando Mixed Bizness y Devil's Haircut consiguió que casi toda la audiencia presente le prestara atención en unos momentos donde la mayoría están distraídos mirando los whatsapp o haciendo selfies. Mantuvo el tirón con la maravillosa Girl y esa intro de Casio Pt1 y así hasta el final ganador de Loser y Where It's At. Genial y una justa compensación al mediocre concierto que vendría después con los Peppers. 

Foto de ROCÍO RUZ

Y bueno, vamos al turrón. hacia las 22:05 empieza el esperado show con la tradicional jam entre Flea, Frusciante y Smith. No sé si es la mejor forma de empezar un concierto pero al menos sí es algo original. Yo lo disfruto y así parece hacerlo la audiencia que está loca por empezar a saltar, justo cuando entra Kiedis y arrancan con Can't Stop. El sonido es regulero, sobre todo en la voz de Kiedis que no se entiende una mierda. Afortunadamente mejoró y a partir de Charlie a mí me pareció decente, para un recinto de estas características. He leído a gente indignadísima con el sonido y con razón seguramente. Hacia mitad del concierto fui a mear al fondo de la pista, en el gol sur, y el sonido era infame. A estos precios de las entradas, la verdad es que puede considerarse una estafa. Y soluciones hay, pero valen una pasta que, una vez más parece que no nos merecemos. 

Foto de ROCÍO RUZ

Seguimos con una alternancia de temas del último disco Unlimited Love (2022) con grandes éxitos todos de las últimas dos décadas. Nada del denostado One Hot Minute (1995) y bastantes del Stadium Arcadium (2006) con esas composiciones que se prestan a ser coreadas por todo un estadio. Hablo de cosas como Charlie, Snow, Tell Me Baby...los temas del Unlimited Love son bienvenidos en general. La gente se las sabe y se prestan al protagonismo de Frusciante y sus solos de guitarra, al que tanto se ha echado de menos. Flea no le va a la zaga y también tiene su cuota de protagonismo haciendo gala de su gran técnica en el slap en Aquatic Mouth Dance y sobre todo en Nobody Weird Like Me, la única concesión a tiempos más remotos. Un cañonazo de canción que nos reventó los oídos. 

Foto de ROCÍO RUZ

La puesta en escena es espectacular, sin llegar a los niveles de gente como U2, Rolling Stones o Muse, por nombrar unos cuantos. En el centro del escenario una gigantesca pantalla led vertical que tiene continuidad a modo de techado para finalmente parecer perderse hacia el cielo. La proyección de imágenes psicodélicas y de los propios músicos con efectos luminosos, estroboscópicos a veces, es bastante resultona y original pero con el paso de los minutos me pareció un tanto cansina. Dos pantallas grandes también y laterales sirven para ver los primeros planos de los músicos, a veces también con esos mismos efectos distorsionadores. Para nosotros, que estábamos cerca del escenario pero algo esquinados, nos venía muy bien para descansar la vista sobre las figuras reales. La realización en directo bastante acertada, salvo por los planos de Chad Smith, siempre desde la misma posición. Creo sinceramente que el tema Estadios les viene grande para lo que ofrecen, más propio de Arenas grandes. De esta forma sacan más pasta.


Con Californication llegó el mayor éxtasis colectivo hasta el momento. Se van sucediendo los temas y a menudo Flea y Frusciante se enzarzan en un pequeño duelo instrumental que deriva de nuevo en una pequeña jam que incluso derivó en un pequeño tributo a Hendrix en la forma de Hey Joe, justo antes de These Are the Ways. Los muchachos son parcos en palabras y prácticamente no se dirigen al público. Digo yo que para ser un concierto en este contexto se podían haber estirado un poco. El único que hace algunos esfuerzos es Flea pero necesita un logopeda como el comer. No hay quien lo entienda. Y cuando menos nos lo esperábamos, al menos yo, se lanzan con el Guiviragüei Nao terminando el set principal. ¿Ya?...no me lo puedo creer. Al menos los bises serán largos ¿no?...

Foto de ROCÍO RUZ

Pues nada señores. Californication ya anticipaba el principio del fin. El bis es una combinación extraña con Under the Bridge y By the Way. La primera tan pausada y la segunda tan cañera. No sé, creo que Under the Bridge hubiera encajado mejor hacia la mitad del concierto aun siendo uno de los platos fuertes y hubiera dado cualquier cosa por un bis con Suck My Kiss que, ahora viendo los setlists de los conciertos de calentamiento de la gira, observo que han tocado en alguna ocasión.

Foto de ROCÍO RUZ

Bueno, que ha estado bien, pero no espectacular. Me alegro de haber ido pero ahora sé que si lo hubiera desechado no me hubiera perdido algo importante. Suerte para los que van el martes a los G N'R.


Setlist:
Intro Jam
Can't Stop
Black Summer
Charlie
Scar Tissue
Aquatic Mouth Dance
Snow ((Hey Oh))
Nobody Weird Like Me
Whatchu Thinkin'
Hey
Tell Me Baby
Here Ever After
Californication
These Are the Ways
Soul to Squeeze
Give It Away
---
Under the Bridge
By the Way