Julián Hernández: Voz, Guitarra, Armónica
Javier Soto: Guitarra, Voz
Ángel González: Batería
Jorge Beltrán: Saxo, Teclados
Óscar G. Avendaño: Bajo, Voz
Es primavera y año par, así que toca visita a Sevilla de Siniestro Total. Vamos a cambiar esta vez la Sala Custom por la Sala Malandar por lo que vamos a perder en calidad de sonido pero vamos a ganar en cercanía con el grupo. Estaba tan cerca de Óscar Avendaño que a veces cuando tocaba apoyando el pie en los monitores tenía que retirar la cabeza si no quería que me diera un cosqui con el clavijero.
Hace un par de años comentaba cómo había pasado en el plazo de una semana de escuchar de los Siniestro Total cosas como "ayatollah, no me toques la pirola!" a escuchar al gran Lapido cantar "cuando el ángel decida volver". Pues bueno, dos años después la misma coincidencia. De escuchar el pasado viernes las preciosidades de "el furor de las rosas" a embrutecerme como hace tiempo que no hacía con "menea el bullarengue". Y es que sí, con Julián Hernández y Cía. te embruteces y te lo pasas bomba, saltando y coreando esas letras escritas en tugurios entre litros de alcohol, putas y frikis que lo eran mucho antes de que se popularizara el palabro.
Hombre, ya gastan cincuentaitantos tacos y no son tan gamberros como antaño. De hecho por momentos son hasta gente respetable y así lo quieren demostrar con algunas composiciones ya de los últimos tiempos. Me encanta el repertorio. No sólo es abundante sino que además saben alternar temas de la primera y más reconocida etapa con las últimas décadas (y es que llevan en esto más de 35 años). Pude contar la otra noche canciones de por lo menos 10 discos diferentes. Bien elegidas, bien enlazadas. Además me aventuro a decir que el repertorio se elige cada noche justo antes de salir al escenario, escribiéndolo en un papel, cambiando un poco aquí y allá, como los auténticos. El inicio del concierto te dibuja una sonrisa de oreja a oreja con esa banda sonora de Miami Vice. Te retrotrae directamente a los primeros 90 y aquel infausto concierto de la Expo. No hubo esta vez referencias a aquella noche.
Y poco más, en una sala con una más que aceptable entrada, la gente saltó, bebió y se lo pasó pipa y puede que incluso el grupo también. Aparte de los continuos y a veces ingeniosos comentarios de Julián Hernández hubo mucha interacción con el público, que se sabía las canciones al dedillo e incluso forzaron a veces un falso final, para despiporre de la banda que volvía a repetirlo ilustrando cómo se hace. Cantó no sólo Julián sino también Javier Soto en su Fuimos un grupo vigués y Oscar Avendaño en Tumbado a la bartola. Hubo recuerdos para el fallecido Manolo Tena en esa canción que muchos creen que es de Siniestro Total pero no es así: Quiero bailar rock and roll. Y hubo muchas de esas per-versiones que tanto les gusta hacer a estos gallegos y que no tienes más remedio que descojonarte con la ocurrencia. Hablo de ese David Watts convertido en Emilio Cao y ese In-A-Gadda-Da-Vida, aquí reconvertido en Vaya mierda de vida, aparte de las archiconocidas versiones del Sweet Home Alabama y el Highway to Hell.
Más o menos una hora y tres cuartos, hasta que suena el himno soviético y se despiden como es habitual puño en alto.
Repertorio:
Miña terra galega
Country & Western
Emilio Cao
España se droga
Black Jack
Cultura popular
Fuimos un grupo vigués
Chico de ayer
Ay Dolores
Camino de la cama
Tan hermoso
El mundo da vueltas
Paseando por el agua
Diga qué le debo
Por un amor...
I'm the very first one in the drinking line
Vamos muy bien
Tumbado a la bartola
No hay banda
Vaya mierda de vida
Menea el bullarengue
Los putos amos
Cuánta puta y yo qué viejo
Ayatollah!
Quiero bailar rock and roll
Bailaré sobre tu tumba
¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?
Somos Siniestro Total
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