martes, 17 de abril de 2012

Rememorando viejos conciertos: Bob Dylan, Málaga 17/04/1999

Plaza de Toros Malagueta

Bob Dylan: Voz, Guitarra, Armónica
Larry Campbell: Guitarra
Bucky Baxter: Guitarra, Steel
Tony Garnier: Bajo
David Kemper: Batería

Me contaba Joserra hace unos días que había visto a Dylan unas 14 o 15 veces. Que cada interpretación es una nueva creación. Lo que él nos presentó como Performing Artist. Bueno. Yo sólo lo he visto tres veces y casualidades de la vida hoy se cumplen 13 años de mi segundo encuentro con His Bobness.



Sabía que emprendería una extensa gira por España y afortunadamente pasa por Málaga (Sevilla entonces sigue siendo de segunda regional), así que no me lo pienso dos veces y organizamos la expedición. Plaza de toros, localidad de tendido. Entonces no soy consciente de que voy a ver al Curro Romero del rock (¡lo que aprendí el otro día con Joserra!). El espectáculo lo calienta un muy Dylaniano Andrés Calamaro. A pelo, con guitarra acústica, rindiendo continua pleitesía al monstruo que vendría tras él. Entre otras cosas se marcó una versión de Seven Days, si no recuerdo mal.
Se apagan las luces del coso y sale el maestro con su banda. Entonces no tengo ni idea de quienes son los que lo acompañan ni de qué repertorio me puedo esperar. Ni siquiera he oído hablar de eso del Never Ending Tour. Pero el caso es que arrancan su set con una de mis canciones favoritas de todos los tiempos: Friend of the Devil de los Grateful Dead. ¡Qué bueno!. No me costó reconocerla. Ni la siguiente. Ni la siguiente. Pero bueno, parece que me ha preparado un “Greatest Hits”. Los temazos se suceden uno tras otro si solución de continuidad. Dylan parece distante. Qué cojones, lo que está es tela de lejos. Enfrente, pero tela de lejos. Por lo menos el sonido es bueno. Los músicos son soberbios. La concentración y comunión con el jefe es total. A veces parece que se han perdido pero nada más lejos de la realidad. El perdido soy yo que me empecino en conciliar el estribillo conocido con el que canta Dylan. Pero eso es imposible. Esta versión probablemente sea inédita (performing artist). En cualquier caso como los temas son sobradamente conocidos el concierto nos está gustando mucho. Un guiri delante mía canta I Want You a un volumen brutal que tapa incluso al propio Dylan. Para devolvérsela, cuando llega Stuck Inside of Mobile le berreo al oído: “ATASCADO POR EL BLUES DE MEMPHIS, SIN PODER SALIIIR”. Me lo estoy pasando bomba y es que el repertorio es para principiantes. De Primero de Dylan, vaya. I shall Be Release, Highway 61 Revisited...no veas cómo disfruté de éstas. Después, supongo que ya en el bis, no me acuerdo, el Blowin´ in the Wind que esperaba todo el mundo y así hasta el final con una magnífica versión de Not Fade Away. Han pasado trece años, chicos, lo siento pero no recuerdo más detalles. Aporto una foto original del evento, mala como ella sola, y la entrada que guardo como oro en paño, aunque no es especialmente bonita, vaya.

Tuvieron que pasar cinco años hasta que volviera a verlo, en Santiago de Compostela. En otra ocasión caerá la crónica.

Setlist:
Friend of the Devil
To Ramona
Masters of War
Desolation Row
The Times They Are A-Changin´
Tangled Up in Blue
Don´t Think Twice, It´s Alright
´Till I Fell in Love with You
I Want You
Stuck Inside of Mobile with th Memphis Blues Again
I Shall Be Released
Highway 61 Revisited
Love Sick
Leopard-Skin Pill-Box Hat
Blowin´ in the Wind
Not Fade Away

3 comentarios:

TSI-NA-PAH dijo...

Friend of the Devil es brutal sea quien sea quien la toque.Mi version favorita fue la de Costello en Donostia!
A Dylan lo que hay que es comulgar con el, y ya esta!
Un abrazo

lu dijo...

Jo, yo no he visto nunca a Dylan... A mí me haces lo que a ese guiri y te fulmino con la mirada, grasioso.
Besos!

Iván dijo...

Yo también estuve allí. Creo que ya nos conocíamos, pero todavía no "salíamos" juntos. Por cierto, esa noche dormí en el coche y al día siguiente también le vi en Granada (tomaaaa, chínchate, tanto Roskilde). No recuerdo si Calamaro también lo hizo en Málaga, pero en el concierto del día después, cuando terminó de tocar, se arrodilló y besó el suelo en el que iba a tocar minutos más tarde "El Maestro".