Hoy me he deshecho de todas mis cintas de casete. El pequeño necesita cada vez más espacio vital y era cuestión de tiempo que fueran al cubo de la basura. Sabía que este momento llegaría un día u otro así que ya me había preparado mentalmente, pero no ha evitado que me hayan venido a la mente tantos y tantos buenos recuerdos mientras separaba religiosamente plástico de papel. Y es que no sólo se trataba de reciclar, sino de despedirme una por una de todas ellas. Finalmente he indultado a unas cuantas. Por su valor sentimental, porque por lo demás no tienen valor ninguno. Son todas cintas grabadas que o bien tengo el disco original en vinilo o CD o bien son grabaciones de la radio o de algún lejano bootleg que hoy día es fácil de conseguir en la red.
Por mis manos han ido desfilando las TDK (la mejor relación calidad-precio), Basf (las peores), Maxell, Sony, That’s (las más raras), Philips, Scotch, Panasonic, Agfa, Fuji, … normales (las baratas), de hierro (las buenas), de cromo (las de lujo), de metal (las robadas), … de 60 (para discos muyyy largos), de 90 (las ideales), de 120 (no recomendadas), … transparentes, opacas, de colores. La mayoría sin mucho esmero, otras con su curro gráfico, muchísimas con las carátulas recortadas del Discoplay, en algunas los créditos del LP original. Y es que, sobre todo en los últimos tiempos, uno cada vez le daba más importancia a la portada, los créditos, los músicos que venían en el LP original, y quería tenerlos aunque fuera escrito a boli en el cartón de la cinta. En definitiva, si no tengo dinero para comprar el disco original, que mi cinta se parezca lo máximo posible.
Hasta hace un año, en mi coche el reproductor de música era de casetes, así que a todas les di una última pasada, sistemáticamente, una a una, en los trayectos al trabajo. Así descubrí que muchas estaban deterioradas (las Basf, claro), otras la calidad dejaba mucho que desear, algunas se liaban y murieron, y entre las que aún sonaban bien pues redescubrí discos que hacía años no escuchaba y descubrí autenticas bazofias que no me explico cómo llegaron un día a gustarme. Mención especial para las cintas de conciertos grabadas de la radio con locutores lamentables que reventaban la escucha. Sálvense algunos de Radio 3 y Canal Sur.
Ahora, con coche nuevo, sin pletina en casa, ni walkman, y con el peque empujando con sus trastos, ha llegado el momento de decirles adiós y gracias por todo.
Por mis manos han ido desfilando las TDK (la mejor relación calidad-precio), Basf (las peores), Maxell, Sony, That’s (las más raras), Philips, Scotch, Panasonic, Agfa, Fuji, … normales (las baratas), de hierro (las buenas), de cromo (las de lujo), de metal (las robadas), … de 60 (para discos muyyy largos), de 90 (las ideales), de 120 (no recomendadas), … transparentes, opacas, de colores. La mayoría sin mucho esmero, otras con su curro gráfico, muchísimas con las carátulas recortadas del Discoplay, en algunas los créditos del LP original. Y es que, sobre todo en los últimos tiempos, uno cada vez le daba más importancia a la portada, los créditos, los músicos que venían en el LP original, y quería tenerlos aunque fuera escrito a boli en el cartón de la cinta. En definitiva, si no tengo dinero para comprar el disco original, que mi cinta se parezca lo máximo posible.
Hasta hace un año, en mi coche el reproductor de música era de casetes, así que a todas les di una última pasada, sistemáticamente, una a una, en los trayectos al trabajo. Así descubrí que muchas estaban deterioradas (las Basf, claro), otras la calidad dejaba mucho que desear, algunas se liaban y murieron, y entre las que aún sonaban bien pues redescubrí discos que hacía años no escuchaba y descubrí autenticas bazofias que no me explico cómo llegaron un día a gustarme. Mención especial para las cintas de conciertos grabadas de la radio con locutores lamentables que reventaban la escucha. Sálvense algunos de Radio 3 y Canal Sur.
Ahora, con coche nuevo, sin pletina en casa, ni walkman, y con el peque empujando con sus trastos, ha llegado el momento de decirles adiós y gracias por todo.
10 comentarios:
...¿y no hubiese sido mejor comprarse una casa más grande, como hice yo...?
Jejeje... bromas aparte, yo ya prácticamente no las uso. En mi despacho diseñé un mueble especial para ellas, pero como era más grande que la pared, a pesar de tener cuerpos deslizantes, muchas de ellas tuve que apilarlas en cajas y llevarlas al garage, donde siguen.
Nunca las tiraré. Sé que la inmensísima mayoría de ellas no las llegaré a escuchar ni siquiera a tocar con mis manos ya jamás, pero hay muchísimas con conciertos, con discos antiguos y españoles que nunca se podrán bajar de la red... hay muchas que sí volveré a usar. Y que digitalizaré para pasarlas a un CD de audio o de mp3... o como hago la mayor parte de las veces, para subirlas al blog y compartirlas con todos vosotros... ¿o como, si no, se iba a poder oír en la red a Silvio en concierto...?
R.I.P. por sus cintas... le acompaño en el sentimiento, amigo David.
Da penita, sí...
Yo conservo todavía algunas, de conciertos, de maquetas de amigos,... También quiero digitalizarlas. Por cierto, Carrascus, ¿eso dónde lo puedo hacer?
Besos!
Yo lo hice hace ya algún tiempo. Como tú indulté también unas cuantas, quizás unas cuarenta, que guardo en una caja de madera en el altillo......Saludos.
Pues Lu... yo lo hago a través de un tocadiscos de ésos modernos que tienen una conexión USB para enchufar al ordenador. De forma que en él pongo un disco y además de oirlo lo puedo grabar directamente en el ordenador en .wav o .mp3 o el formato que quiera. Ese tocadiscos tiene una entrada en la que puedo meter una conexión que viene desde la salida de mi platina de cassettes y de esa forma, a través de él, también llega la música de las cintas directamente al ordenador. Es muy fácil.
En la radio he oído anunciar también unas platinas de cassettes en las que puedes conectar un pen drive, o un disco duro, o lo que quieras, y grabar en él directamente en .mp3 la música que está sonando. Parece muy cómodo... igual le pido uno a los Reyes Magos...
Pues sí, las que he salvado de la quema son grabaciones únicas de conciertos de amiguetes y otros. Ni que decir tiene que la mayoría suenan de pena, pero son documentos sonoros que hay que conservar...como todos esos que usted tiene, Sr. Carrascus. El resto, la verdad es que no valían mucho la pena.
Hace tiempo que vengo pensando también en pedir a los Reyes Magos un tocadiscos de esos modernos con salida usb.
Por cierto...¿se dice platina o pletina?.
Saludos a todos.
Pues según la RAE se dice "pletina", así que tendré que revisar mi forma de llamarla, jejeje...
Yo me resisto a tirarlas aunque algún día lo tendré que hacer…entre otros motivos como bien dices porque ya estarán despegadas , como jodia que se despegaran y tú ahí con un destornillador arreglándola y cuando la grababas el disco casi nunca te encajaba como era debido, las de 120 es que eran las idóneas para meter dos LP. Eso si tenias que tener un buen cacharro para poder arrastrarlas.
Perdón por la intromisión pero es que me mola el post y no me resistí a hacer un comentario.
No hay nada que perdonar juan antonio. Para mi es un placer que nuevos visitantes dejen sus comentarios. Para eso están, para que aportéis vuestro granito de arena.
Qué cierto eso que dices de lo difícil que era encajar ciertos LPs en los formatos estándar de duración de las cintas. A menudo tenía que renunciar a alguna canción y en el mejor de los casos cambiar algunas de orden. Todo con tal de que cupiera en la maldita cinta de 60.
Un saludo.
Las echaras de menos, te lo aseguro! Tarde o temprano, lo se por experiencia, aunque me quedan todavia una cantidad enorme!
En junio en sala custom estarán Pink tones , si quieres te cubro la crónica y te la mando para que la publiques en el blog
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